Aguantar la lagrima de la poetisa fina en sus palabras,
Leer sus rimas en viento sin brisas por las que me alaba,
Sentir su estima agrandarse con cada risa que mi boca soltaba,
Ser el poeta de la esquina que la admira y por ella luchaba.
El reloj no vive pero dicta lo que vives,
Ella se escapa mientras no cumples con lo que dices,
El tictac canta y se alejan los perdices,
Tu mirada se cansa, con lagrima infelices.
Tu ojos reflejan el desastre que en tu mente causa,
Tu caos, sin frenos, su sonrisa... su pausa.
Vivir es ganar cada dia a la muerte, si lo lograste hasta hoy y ahora, nada puede detenerte.
Leer sus rimas en viento sin brisas por las que me alaba,
Sentir su estima agrandarse con cada risa que mi boca soltaba,
Ser el poeta de la esquina que la admira y por ella luchaba.
El reloj no vive pero dicta lo que vives,
Ella se escapa mientras no cumples con lo que dices,
El tictac canta y se alejan los perdices,
Tu mirada se cansa, con lagrima infelices.
Tu ojos reflejan el desastre que en tu mente causa,
Tu caos, sin frenos, su sonrisa... su pausa.
Vivir es ganar cada dia a la muerte, si lo lograste hasta hoy y ahora, nada puede detenerte.
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