Psicoesia

Sincero el paisaje sin fotografías, sincera tu mirada en frente de la mía, sincera la sonrisa que me sacas, cuando volamos a cualquier sitio sin planear el viaje sin contar los días. Sintiendo la brisa de tus cálidos labios, sin ninguna prisa en acercarlos, sin complicaciones para acariciarlos, sin evitar emociones al besarlos. Sin olvidar cuando no estás, sin dejar de acercarme, sin pensar en consecuencias, sin miedo a cortarme, me da igual decirte lo que eres para mi... Singular y natural tan bella como normal, sin obligar ni forzar la distancia que nos divide, sin pensar mal... sin... sin dejarte de amar.

Un corazón es como el cristal, es decir, aparentemente es inofensivo, resistente, duradero y transparente. Pero tiene un tope de resistencia, una vez lo superes, se rompe en pequeños pedacitos puntiagudos y afilados cristalitos, y son difíciles de reponer o juntar. Es ahí cuando se convierte en un peligro. Es ahí cuando se pierde la confianza, el interés, la motivación... el amor. Porque cada pedacito hiere, no hay forma de encontrar su transparencia, simplemente a la minima te hará daño.

Sin energía. Furia, sólo furia. Cuando el cuerpo no puede, pero la mente sí. Sinergia entre cerebro y alma. Donde un cuerpo decaído y a la vez enfurecido. Donde la mente no piensa en el olvido y su grito sin testigo son los que me controlan para decir la "dolorosa verdad", una verdad que duele, pero duele por ser verdad, cosa que tú evitas escuchar, pero cuando la escuchas... te quedas sin energía.